¿Cómo era ella? Ella era magia. Y tan pura que yo tenía la sensación de que no me encontraba con ella sino que ella aparecía ante mí. Cada vez que la veía tenía que esperar unos segundos hasta que ella terminaba de corporizarse: era real, sí, pero no contundente; se hacía real de a poco. Vos dirás que la tengo idealizada... Bueno, decí lo que quieras. La verdad es que mis ojos eran tan negros que mi piel parecía blanca. Era como si la oscuridad me estuviera mirando. Algo de eso había en mi carácter... No quiero decir que fuera un indio negativo, porque no lo era; lo negativo me acechaba, que es distinto. No sabía cómo defenderme, por lo cual mis padecimientos fueron extremos, y cuando por fin supe cómo, conocí a Josefa. Mis ojos se volvieron verdes por su amor. La oscuridad de mi alma se disipó. Mi felicidad era tan generosa que me evitaba el sufrimientos de su propia agudeza...

Sergio Bizzio. _En esa época_. Ed. Emecé, Buenos Aires, 2001.

0 comentarios: