"Breavman siempre envidió a los antiguos artistas que tenían ideas grandes y aceptadas que servir. Así, podían aplicar el color del oro y escribir de la gloria. La muerte de un dios en escarlata y fulgente dorado a la hoja es muy diferente al derrumbe de un borracho en un triste café, diga lo que diga la literatura marginal.
Nunca se describía como poeta ni a su obra como poesía. el hecho de que las líneas no lleguen al borde de la página no lo garantiza. La poesía es un veredicto, no una ocupación. Detestaba discutir sobre técnicas de versificación. El poema es una cosa sucia, sangrienta, quemante que, antes que nada, debe ser agarrada con las manos desnudas. Alguna vez, el fuego celebró la Luz, el polvo la Humildad, la sangre el Sacrificio. Ahora los poetas son tragafuegos profesionales, que actúan por cuenta propia en cualquier feria. El fuego pasa con facilidad y no honra a nadie en especial."

Leonar Cohen. _El juego favorito_. Edhasa, Buenos Aires, 2009.

1 comentarios:

Divino y real. Precioso, me encanta de verdad!